1. Empieza con una limpieza profunda de tu rostro.
2. Después, envuelve uno o dos cubitos de hielo en un paño, gasa u otro tipo de tela.
3.Cuando comience a derretirse el hielo y el pañuelo se vuelva húmedo, aplica lo en tu cara.
4. Agarra el paño sobre las diferentes zonas de tu rostro de uno a dos minutos aproximadamente.
5. Mueve los cubitos con movimientos circulares suaves a lo largo de la línea de tu barbilla y la mandíbula, tus mejillas, tu frente y la nariz. Cuidado al pasar por debajo de los ojos.
6. Completa el tratamiento facial con una crema hidratante u otro tipo que utilices diariamente.
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